Patagonia 2007 - 4 de febrero


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Puerto Varas – Puerto Montt (X Región, Chile)
Distancia recorrida: 24 kmts.

Me levanté a las 10 de la mañana. El dolor de panza se había ido dejando lugar a un gran vacío estomacal. Fui a la cocina y me calenté agua para el té, que tomé con unas galletitas de agua a modo de desayuno. Comencé a ordenar mis cosas pero me dio más hambre así que preparé arroz con espárragos que comí en un tupper dentro de mi carpa. Luego me puse a charlar con un chico, su novia y una amiga que venían mochileando desde la isla de Chiloé y me dieron algunas recomendaciones. Despertaron mis ganas de recorrer bien la isla, especialmente luego de sus escalofriantes historias sobre su folklore de brujos y criaturas sobrenaturales. Según estos muchachos, ellos habían presenciado en uno de los pueblos cómo a la madrugada ciertas personas salían misteriosamente de sus casas. Cuando al día siguiente preguntaron a los lugareños, estos les dijeron que se trataban de brujos. Creer o reventar… pero a mí me avivó la imaginación, y antes de llegar a la isla investigué más sobre su mitología para llegar preparado. Luego de la charla intercambiamos mails. Me bañé y terminé de levantar mi campamento.

Vista de la costa de Puerto Varas

Después de bordear la costanera tomé una ruta asfaltada paralela a la número 5 que me llevaría hasta Puerto Montt en pocas horas. Los mochileros con los que charlé me recomendaron un hospedaje llamado “Leticia”, que me costaría 3000 pesos la noche, así que di varias vueltas al llegar a la ciudad, buscándolo, siguiendo más malas indicaciones de los transeúntes, hasta dar con la dirección. Dejé allí todas mis cosas, me bañé y fui hasta el centro a conectarme a Internet. En la plaza principal se estaba dando una fiesta en la que tocaban bandas. Volví al hospedaje y me cociné fideos con carne de soja para la cena, mientras charlaba con la dueña, doña Leticia. Comí con ella a mi lado tejiendo mantelitos, mientras esperaba a su hija que volviera del festival. También allí estaba su nieto mirando dibujitos en la tele. Llegó la muchacha, con la que charlé otro rato más, y me fui a dormir.

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